En un momento esperado con ansias, Gustavo Petro finalmente ha estampado su firma en un acuerdo de cese al fuego con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) por un período de seis meses. Aunque el presidente hizo esperar media hora a las delegaciones del Gobierno y la guerrilla, finalmente el mandatario y los comandantes de la organización criminal presentaron el documento ante el país, generando gran expectativa sobre el lugar donde se llevará a cabo la tercera fase de los diálogos.
El comisionado de paz, Danilo Rueda, resaltó que existe un «ambiente de absoluta confianza y seguridad» entre ambas partes y que es «la primera vez que el ELN, en sus diversos procesos de paz con diferentes gobiernos, acuerda un cese bilateral por seis meses».
El ELN, el grupo guerrillero activo más antiguo de América Latina, representa un desafío particular debido a sus diferencias ideológicas en comparación con otras facciones como las disidencias de las FARC. Superar este obstáculo en las negociaciones ha sido un logro significativo.
Rueda detalló que en los próximos días y semanas se establecerán los «mecanismos de monitoreo y verificación» para este proceso. A finales de 2022, el presidente Gustavo Petro impulsó estos diálogos, que comenzaron en noviembre en Venezuela y continuaron en marzo en México.
El avance hacia este cese al fuego se había estancado desde enero, cuando la guerrilla del ELN rechazó una propuesta del presidente, anunciada en vísperas de Año Nuevo. En ese momento, los subversivos argumentaron que no se había acordado una tregua en la mesa de negociaciones, y desde entonces los enfrentamientos armados entre ambas partes no han cesado.
La firma de este acuerdo se produce en la misma semana en que la Fiscalía General de la Nación anunció la suspensión de la orden de captura contra Antonio García, el líder máximo de esta guerrilla fundada en 1964 bajo la inspiración de la revolución cubana.
